"Sobre la oreja de VAN GOGH"
Un colombiano exporte en Paris

El pintor colombiano Miguel Ángel Reyes, único representante de su país en la exposición MAC 2000 que se celebra cada ano en noviembre en el Quai Branly, al lado de la turística torre Eiffel, busca en su obra las venas del planeta con lienzos que exploran la corteza terrestre y sus deltas, montanas, cañones, ríos o volcanes.
Nacido en 1952 en Cali, Reyes se fue de Colombia tras ser atacado por sus maestros de la escuela local de Bellas Artes, residió primero en Nueva York y México, donde realizó exposiciones de carácter urbano, y ahora vive desde hace 15 anos en Paris, donde expone desde 1984.
En Europa ha mostrado sus telas en la galería Giorgio Upiglio (Milan), en la Galería Van Gogh de Auvers sur Oise (Francia), en el Espacio Miró de la Unesco, y en Arcade, entre otras. En Colombia ha expuesto en la Casa Negret de Bogota, en Cali en el Museo de Arte Moderno La Tertulia y en Medellín en la galería Arte Autopista de El Poblado, mientras en México lo hizo en la Sloane Racotta y en el Foro de Arte Contemporáneo de la Galería Alternativa.
Animado por el fantasma de la oreja de Van Gogh, que es el pintor póstumo mas cotizado de estos tiempos, Reyes preparó sus nuevas telas para la exposición MAC 2000, donde los artistas gozan de grandes espacios para mostrar su obra. Dice que busca ahora "una visión del planeta desde el ángulo Visual de los satélites, desde el espacio, para mostrar que el planeta con sus nos, lagos, volcanes, deltas, se parece mucho al cuerpo humano".
"Lo que quiero es ver desde arriba que estamos destruyendo un cuerpo y por eso mi visión es ecológica. Mi trabajo anterior mostraba que el planeta se esta arruinado y ahora trato de rescatar, reconstruir", agregó.
"Hay que cambiar, hay que transformar, hay que evolucionar como la cantante contemporánea Madonna, que admiro, porque si no, uno termina volviéndose un decorativo que hace obra para los consultorios dentales, como decía Picabia", concluyó el colombiano, que regresa este fin de noviembre a Colombia por unas semanas a ver el "paraíso perdido".
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El Tiempo Paris (AFP)

 

"Voyage au cœur de la civilisation"

Miguel Angel Reyes expose jusqu'au 26 avril ses œuvres à l'espace culturel Français Mitterrand.

Plus de cinquante personnes ont assisté vendredi, à l'ancienne bibliothèque universitaire du centre culturel, au vernissage de sa surprenante exposition de toiles.

Cet artiste colombien a fait ses classes à l'école des Beaux-arts de Cali (Colombie), sa ville d'origine. En 1972, il rejoint le musée de Brooklyn, à New-York, pour approfondir ses connaissances artistiques. D' expositions en expositions, il rejoint en 1980 l'école nationale de San Carlos, à Mexico, pour parfaire son style. En 1984, Miguel Angel Reyes arrive en France. Il établit son atelier à Auvers-sur-Oise, la cité des artistes.
Au premier abord, la surprise qu'offre Miguel Angel Reyes aux visiteurs de son exposition est son exploitation de l'espace. Ses œuvres sont exposées à plat, sur le sol de la galerie transformé pour l'occasion en tapis de sable. Mais cette position est la conséquence directe de ce que représente ses toiles.
Chacune d'elle est le schéma d'une cité vue de très loin et du dessus. Comme toute cité, ses tableaux possèdent des routes, des rivières, des bâtiments, parfois des champs...
Reyes, à travers ces schémas, reforme les traces que laisse l'humanité sur son passage.
Comme les traces de la civilisation que laissent les vieilles cités incas ou romaines repérées par l'archéologie aérienne, Reyes repère, bien avant l'heure, les traces de nos cités bétonnées.
Reyes, en quelque sorte est un archéologue aérien de la société actuelle.

De multiples mises en abîme

L'artiste utilise, pour faire ses toiles, du sable associé de résine. Le sable, tiré de la terre comme le sont les matériaux qui forment les habitations, est l'élément ultime des ensembles architecturaux. Elément de base d'élaboration des habitations: le sable est également celui qui restera après leur destruction par le temps. Reyes opère ainsi par mise en abîme.
Mise en abîme de l'éphemerité de nos sociétés, de la taille de notre système, de la position humaine dans le monde. Chaque grain de sable d'un tableau de Reyes représente peut-être, à taille réduite, chaque habitat beauvaisien ! Chaque grain de sable peut-être aussi, d'ici quelques centaines d'années, une partie des restes des constructions actuelles détruites par l'érosion du temps !
La façon dont travaille Miguel Angel Reyes reste dans la lignée de son attachement à l'élément nature. Avant que le mélange sable résine ne durcisse, l'artiste réalise les traces de ses cités avec des cordes ou, plus fréquemment, des outils pour cultiver de la terre.
Mais Miguel Angel Reyes n'est pas seulement un archéologue du futur. Il est aussi archéologue de ses toiles. Lorsque le mélange de sable et de résine a séché sur La toile, un dépôt de sable non collé vient toujours cacher le résultat des traces qu'il a effectué. Armé comme les archéologues d'un pinceau, il déblaye alors minutieusement la moindre poussière et les traces de la cité qu'il a créé lui apparaissent.
Ses toiles de forme carrée Reyes les définit lui-même comme « des fenêtres sur le monde ». Au bord de l'imaginaire et de la réalité, ces fenêtres s'ouvrent a l'imagination des visiteurs A eux de découvrir de quoi sont formées, dans la réalité, les cités de Reyes vues du ciel. Un exercice fascinant.

V D
« Le Courrier Picard » du Lundi 7 Avril 1997"

 

 

Vístazo Crítico 38 : Miguel Angel Reyes

Hablar de pintura en esta época, no deja de tener ciertas complicaciones. No porque no sea posible, sino porque la gran mayoría piensan que la pintura es una técnica anacrónica, moderna que no tiene nada que ver con nuestra época contemporánea. Sin embargo, la pintura existe, y seguirá existiendo. Pues como ya lo he dicho en varias ocasiones, la contemporaneidad en el arte no se define por una técnica en si, sino por una actitud de asumir un presente. De manera que este vistazo crítico va a ser destinado a la obra de un artista colombiano que desde hace ya varios años ha incursionado en el panorama del arte.
Miguel Ángel Reyes residente en París, tiene una obra compleja difícil de asir: desde el grabado, hasta la fotografía, pasando por el dibujo y la pintura. Su pintura es una mezcla de pigmentos con arenas que genera una capa densa donde surge una especie de geografía. Precisamente esa serie de obras es la que nos interesa. Sus cuadros son una referencia a las huellas humanas materializadas en las ciudades. Cada cuadro es una vista aérea de una ciudad imaginada, donde se perciben signos arquitecturales. Verdaderos planos pictóricos, los cuadros de Reyes inauguran una nueva visión de la tierra y de la ciudad como parte de la utopía humana.
La tierra, no solamente es la disculpa temática de la obra del artista, sino también la esencia misma de su materialidad. Las tierras con las que trabaja Reyes, nos hablan de un lugar determinado configurado por la ciudad. Ciudades como esas invisibles de las que nos habla Italo Calvino donde lo imposible deviene morada de sensaciones. Ciudades como esas imaginarias de las que hablaba Marco Polo a Kublai Kaán. “Kublai habría sentido algo de alivio en el fondo de su alma al saber que, al menos en tierras lejanas, algunos hombres comenzaban a contrarrestar la excesiva atención que la filosofía de todos los tiempos había prestado al problema de la constitución temporal de la existencia humana, oponiéndole desde distintas disciplinas de las ciencias y de las artes la imaginación y el conocimiento sobre problemas del espacio concreto y vivenciado por el hombre” [i]. Los títulos de sus telas nos hablan de ciudades prohibidas, quizá como la de Sodoma y Gomorra; ciudades fecundadas, donde crecen a su interior una serie de embriones urbanos que generarán posiblemente otras urbes; ciudades perfectas donde el orden es un imperativo; ciudades cósmicas donde el universo parece estar atrapado entre sus muros; ciudades masónicas donde el compás ritma sus calles; ciudades espirituales donde no se ve casi nada; ciudades encontradas donde el tiempo parece haberse perdido; ciudades castillo, que albergan algún rey sin reino, etc.
En fin, esto cuadros ciudades de Miguel Ángel Reyes, nos hacen pensar que las ciudades, son el rastro de nuestra imaginación. Este cambio de perpestiva nos hace pensar en la aventura del Suprematismo ruso, que rompió con el esquema del la perspectiva renacentista. El cambio del punto de vista de aquel que observa (artista y espectador) está mediado por la conquista del espacio. Hoy con las imágenes satelitales, nuestra percepción del mundo, de nuestro mundo se ve completamente cambiada. Quién no ha sentido fascinación al ver el mundo a sus pies cuando hemos sobrevolado la tierra en un avión? El observar los cuadros de Reyes, nos produce el mismo efecto y aún más, pues esos nuevos territorios, esas nuevas ciudades imposibles, nos hablan de los límites franqueables de la imaginación.
Cuando Le Corbusier trazó su “ciudad radial”, sin duda alguna pensó en esas ciudades perdidas de los aborígenes donde las ciudades solares, marcaron la pauta de su civilización. Cuando Brasilia fue creada en el corazón de la selva brasilera, la ciudad surgió como un juego de líneas que se abrían campo en la densidad de la naturaleza. Pero las ciudades de Reyes son unas obras que nos hablan de ciudades imposibles; ciudades orgánicas donde los trazados pontificales de Urbi et torbi, son excluidos negando así la cuadrícula urbana a partir de una cruz articulada por la plaza. Estas ciudades son más bien orgánicas, llenas de formas femeninas, pues no hay que olvidar que la ciudad es esencialmente femenina. El arquitecto Oscar Niemeyer afirmaba que sus construcciones son producto de la feminidad de la naturaleza: la línea curva en sus obras lo atestigua. Reyes a su vez, confirma esta posición y además nos muestra la posibilidad de reinventar el mundo urbano, con esas ciudades imaginadas, donde cada ser humano parece tener su propia ciudad.
En suma la obra pictórica de Reyes nos acerca a su complejo mundo imaginario, donde la ciudad invisibles devienen tangibles, gracias a la virtuosidad acquiridad a lo largo de varios e incasables años de trabajo.Ciudades imposibles donde la cartografía se elabora de una manera magistral donde la huella, el trazo, la fisura, el relieve, las tierras, forman un nuevo paisaje, como aquél configurado por la imaginación desde que el primer hombre pisó la luna.

Ricardo Arcos-Palma
París, 26 avril, 2005
[i] ARCOS PALMA Óscar. Ensayo Revista de pensamiento crítico contemporáneo. Año 1. n° 1. Bogotá. 996. p. 242.